Siempre me encuentro con gente conocida, en todas partes, hasta en los lugares menos esperados y en los más recónditos. Y no es que sea popular y conozca a mucha gente... todo lo contrario, estoy más cerca de ser una antisocial que de eso. Me cruzo con gente en la calle, en el metro. Si voy a un lugar o a otro. A veces me encuentro con gente que me saluda y yo ni me acuerdo quienes son.
Lo más freak fue una vez que estaba en Chiloé, en la carretera, a la altura de Díaz Lira esperando la micro para irme a Castro y me encuentro con un compañero de universidad. Nadie anda por ahi!!! Por qué la gente del Vipro anda en todas partes??!!
Otro encuentro totalmente inesperado me ocurrió ayer. Estaba en la Defensoría (mi nuevo odiado lugar de trabajo) y derrepente alguien me queda mirando y noto que se acerca con cara amistosa. Era demasiado temprano para mí y entre que apenas podía abrir los ojos y mi estado de zombismo máximo, me quedé parada sin darme por aludida. Era obvio que no me miraban a mí, ahí si que era imposible conocer a alguien, nadie de mi círculo de conocidos iba a estar metido en un seminario de reinsercion social de presos. Pero resulta que sí. Era la señora, polola o lo que sea, de un músico con el que grabé hace tiempo en el desaparecido Batuke y ella siempre estaba ahí, acompañándonos, un amor de mujer. Cuando ya estaba al frente mío y me dice "hola, te acordai de mi?" caí en razón.
Otra vez, conocí a un loco con el cual hubo cierta onda y después me quedó gustando. Ese día que nos conocimos no hubo cambio de teléfonos ni nada, pero me dio lo mismo porque sabía que tarde o temprano lo iba a volver a ver. Y no me equivoqué... siempre me lo encuentro y somos como amiguis (ya sin "cover" jaja, hace tiempo dejó de gustarme).
Y así siempre, en todas partes...