miércoles, 28 de marzo de 2007

Volátil

Hace un mes (esta vez es literal jaja) celebrábamos el cumpleaños de CS en el Mambo y como la cumpleañera no nos pescaba ni un metro, nos fuimos a hechar un dancing a la Batuta. Ahí conocí a una persona con la cual entable una relación difícil de definir y que se mantiene hasta el día de hoy. No somos pololos, tampoco es como si lo fuéramos sin la formalidad. Nos estamos haciendo amigos, pero tampoco somos sólo eso. Lo pasamos bien juntos, nos vemos seguido, ya conoce a varias de mis amigas y yo a sus amigos. Hay días que pasamos mucho rato juntos y otros que ni hablamos. Tal vez es algo demasiado etereo. Pero me gusta, me siento tranquila así y estoy contenta.
Ya anteriormente había salido arrancando de tipos con muchas proyecciones o que me invadían mucho, no soporto que me llamen todo el rato o las excesivas muestras de cariño. También soy un poco reacia a compartir mi vida, quizás demasiado individualista. Soy una maldita cobarde que le tiene pánico al compromiso. Quizás por eso me viene tan bien lo volátil. Quizás esto es lo que necesitaba.

martes, 27 de marzo de 2007

Carnet de indigente, por favor

LO malo de volver a ser una persona cesante es que ya no tengo isapre. Me enfermo re poco y no iba a estar pagando tantas lucas que no iba a tener todos los meses, asique apenas renuncié fui con mi finiquito a desafiliarme. Porque más encima estos desgraciados se aprovechan de que somos mujeres en edad fértil para aforrarnos el palo.
Hoy amanecí con la amigdala inflamada, con pintas, me duele tragar, me siento un poco mal. Se viene la amigdalitis. Y &%# que es cara la salud en este país para una pobre persona particular. Bueno, soy pituca, no voy a ir a meterme a la posta ni al Hospital Salvador, asique no me queda otra que desembolsar 20 lucas pa que me digan, sí, tiene amigdalitis, tómese estos remedios que terminan costando otras 20 lucas... valor! Necesito un carnet de indigente.

lunes, 19 de marzo de 2007

Vuelvo

Acá estoy nuevamente. Había cerrado el blog anterior únicamente porque me bajaron las ganas, sin ningún motivo en particular. Y ahora es el aburrimiento nocturno que me hace estar de vuelta. Ya no trabajo en el pub, pero como tampoco tengo otro trabajo estable ni una vida diurna, sigo con el horario cambiado.
El día que renuncié fue uno de los más felices. De ahí en adelante no me tuve que preocupar más por los reemplazos y me fui de gira tranquilamente. Y los días que estaba en Santiago disfrutaba como nunca poder juntarme con mis amigas o algo tan simple como andar paseando por la calle a las 7 de la tarde... para qué hablar de los schops en la Plaza Ñuñoa, las chelas donde René o un Batutazo.

Esto es a modo de introducción... ya vendrán historias.