lunes, 19 de marzo de 2007

Vuelvo

Acá estoy nuevamente. Había cerrado el blog anterior únicamente porque me bajaron las ganas, sin ningún motivo en particular. Y ahora es el aburrimiento nocturno que me hace estar de vuelta. Ya no trabajo en el pub, pero como tampoco tengo otro trabajo estable ni una vida diurna, sigo con el horario cambiado.
El día que renuncié fue uno de los más felices. De ahí en adelante no me tuve que preocupar más por los reemplazos y me fui de gira tranquilamente. Y los días que estaba en Santiago disfrutaba como nunca poder juntarme con mis amigas o algo tan simple como andar paseando por la calle a las 7 de la tarde... para qué hablar de los schops en la Plaza Ñuñoa, las chelas donde René o un Batutazo.

Esto es a modo de introducción... ya vendrán historias.

8 comentarios:

Tuccini dijo...

Que bueno que volvio, ya estaba echando de menos sus historias en la red.
Tener tiempo para los amigos es de lo mejor. Avise cuando vaya a don rene en una de esas yo invito las chelas.

Saludos

@slz_ dijo...

volver a plaza ñuñoa. como ver el mar por primera vez todos los dias.

Clara dijo...

Bienvenida de vuelta, la estaremos leyendo...
PD: gracias por su apoyo

bicho maldito dijo...

Ahhh... ahora capto el concepto. Creí que odiabas al mundo y por eso cerraste el boliche virtual.

Siempre se lee genial a alguien del mismo gremio de los noctámbulos, medio ociosos, ajenos a la pega y vida estable y que disfrute de pasear por una calle en la tardecita, o aplicar Plaza-Ñuñoismo.

Vuelve, alexandra. Vuelve y triunfa!

MLP dijo...

avisa po merme!!!
avisaaaa
tengo qeu llegar aqui por casualidad como si fuera una extrañaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa


besotes!!!!

G. dijo...

ARREPENTIMIENTOOOOOS????

el otro dia la nerd de B metio la pata con datos webs jajajaja

miedoooo

shau

G.

Gaviota dijo...

Apure...Apure....quiero leer....

Unknown dijo...

oh, el día que cerraste el blog anterior no fue un día alegre para mi. Me gustaba leerte por aquí. Qué bueno que estas de regreso.

Ah, sobre el "peperepo", no es nada, la palabra no existe, la usaba una amiga para hablar de esos momentos de torpeza en que uno olvida repentinamente lo qué iba a hacer. Como a mi esos momentos y otros por el estilo me pasan muy seguido me identifiqué con la palabrita, pero nada más.